Se caracteriza por la actividad motora autónoma e involuntaria de una de las manos, y suele afectar a sujetos que han sufrido una separación quirúrgica de ambos hemisferios cerebrales para tratar una epilepsia, o que han sido víctimas de infecciones o apoplejías graves.
El sujeto atribuye vida propia a la mano, es decir, considera que se comporta de manera autónoma y distinta a como su propietario desea, interpretando sus movimientos involuntarios como intencionales.
Algunos pacientes que lo sufren tienen dificultades para poder salir de una habitación porque mientras con mano abría la puerta la opuesta la cerraba. En otras ocasiones la mano ajena cambia de canal televisivo "por su cuenta".
Más graves aún son los casos en que la mano que el paciente percibe como extraña intenta estrangularle o clavarle un arma blanca, poniendo en peligro su propia vida.
Como siempre los hechos dicen más que las palabras, así que os dejo una pequeña muestra de este síndrome, para que veais la magnitud y dimensión de esta patología.
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